Ahora que el Body Balance Journey ha terminado, te has demostrado a ti mismo los cambios que se pueden lograr con compromiso. Así que ya puedes sentirte orgulloso por lo mucho que te has esforzado y todo lo que has conseguido.
Has creado hábitos más saludables, has equilibrado tu cuerpo y has empezado a sentirte mejor. Pero ahora surge la pregunta: ¿qué puedo hacer para no perder la motivación?
La respuesta es: pasa a la fase de mantenimiento del Sistema Body Balance… a menos que quieras quedarte donde estás.
En la fase de mantenimiento, tu enfoque se centrará en escuchar a tu cuerpo. A continuación te daremos cuatro pasos para pasar del modo transformación al modo éxito de una manera natural, sostenible y que te ayudará a seguir motivado.
Paso 1: limítate a los alimentos saludables para facilitar el mantenimiento
La lista de alimentos aprobados por el Sistema Body Balance es y será siempre tu mejor amiga.
Los alimentos naturales, como las proteínas magras, las verduras frescas, las frutas y las grasas saludables, te ayudan de forma natural a mantener tus objetivos físicos. Son ricos en nutrientes, sacian y es menos probable que te provoquen antojos.
He aquí por qué funcionan:
- Menos alimentos procesados, menos antojos: los alimentos naturales estabilizan el nivel de azúcar en sangre, lo que se traduce en menos momentos de «necesito picar algo». Es increíble lo rápido que pierdes interés en alimentos poco saludables cuando empiezas a comer otros más saludables. En cambio, los alimentos procesados son como intentar llenar un cubo con agujeros: por mucho que comas, seguirás sintiéndote insatisfecho.
- Naturalmente saciantes: se ha demostrado que las verduras ricas en fibra, las proteínas magras y las grasas saludables te mantienen saciado durante más tiempo, por lo que es más fácil no pasarse comiendo. Lo mejor de los alimentos naturales es que puedes comer MÁS, no menos. Imagínate cuántas fresas tendrías que comerte para llegar al volumen equivalente al de una galleta.
- Mejor equilibrio: Los alimentos naturales nutren tu cuerpo, favoreciendo el equilibrio que tanto te ha costado conseguir. Gracias a vitaminas, minerales y antioxidantes, alimentan de verdad tu cuerpo y tu mente, no solo tu apetito.

Seguramente ya conozcas los alimentos y las raciones que necesitas para alcanzar tus objetivos nutricionales. A estas alturas, es probable que pueda calcular con bastante precisón el tamaño de las raciones. Si te sientes preparado, empieza a confiar en tus instintos al medir las raciones. Algunos alimentos, como los huevos, suelen venir predosificados, lo que simplifica aún más esta tarea.
Recuerda que, si aprendes a entender cuándo tienes hambre y cuándo te sientes saciado, pequeñas variaciones en las raciones no supondrán una diferencia significativa. Con el tiempo, el cuerpo ajusta de forma natural el apetito y la saciedad para satisfacer las necesidades energéticas. Como guía general, una ración del tamaño de la palma de la mano es un buen punto de partida.
Acción necesaria: asegúrate de tener a mano solo alimentos aprobados por el Sistema para que la alimentación saludable se convierta en tu nueva normalidad. Además, deshazte de alimentos procesados que podrían tentarte. Si en tu frigorífico y tu despensa cuentas solo con alimentos naturales, será mucho más fácil tomar decisiones saludables.
Paso 2: Céntrate en el panorama general
El mantenimiento no consiste solo en mantener un peso regular, sino en llevar un estilo de vida equilibrado y saludable que te haga sentir bien cada día. Pregúntate:
- ¿Cómo me siento después de comer? ¿Con energía o flojo?
- ¿Estoy satisfecho con mi actividad física?
- ¿Me castigo demasiado en los días menos «perfectos»?
Recuerda: la salud es riqueza.
Paso 3: Si funciona, no lo dejes
Debes mantener los hábitos que has construido durante el Journey. Si algo funciona, sigue así, y haz los ajustes necesarios donde haga falta. Por ejemplo:
- Sigue planificando tus comidas: dedicar un poco de tiempo a preparar tus comidas saludables por adelantado te ahorrará mucho estrés después. Esto es clave para no perder la constancia.
- Mantente activo: caminatas, yoga, gimnasio… sin importar el tipo de ejercicio que te guste más, conviértelo en una parte esencial de tu rutina.
- Hidrátate, hidrátate, hidrátate: bebe mucha agua durante el día, tu cuerpo te lo agradecerá.
Paso 4: No te castigues demasiado
La perfección no es el objetivo, sino la constancia.

Habrá días en los que te comas una pizza o te saltes un entrenamiento, y no pasa nada. Todo lo que comes es el resultado de una decisión. Intenta tomar a menudo decisiones que acompañen tu salud y tus objetivos, pero sé flexible de vez en cuando.
Lo importante es que cuando retomes tus hábitos saludables lo hagas sin sentimiento de culpa o estrés excesivos. De todos modos, a medida que sientas los beneficios de seguir una alimentación más nutritiva, te vas a dar cuenta de que empiezan a gustarte más los alimentos saludables.
Prepárate para escribir tu próximo capítulo
Al finalizar el Body Balance Journey, tómate un momento para admirar lo lejos que has llegado.
Has superado la parte más difícil. Has demostrado que tú puedes. Ahora, sigue así. Porque la mejor versión de tu vida acaba de empezar.